#002 Como en Whiplash
Interpretar datos es fluir con la música, el contexto y dejarse llevar. No hay partituras para una canción que se compone día a día.
Me encanta el jazz.
Jazz es dejarse llevar y a la vez disciplina y rigidez. Todo al mismo tiempo y en una misma canción. En esta 2ª edición de Leanalytics me centraré en este estilo musical para hablar sobre interpretación de datos y para que nunca olvides lo siguiente:
‘No interpretes como en Whiplash’
Quizá no has visto Whiplash (si no es así, van a caer spoilers).
Esta película trata de un batería, de la complicada relación con su mentor, de un tema de jazz llamado ‘Whiplash’ y de la obsesión que toda persona que quiere tocar BIEN un instrumento debe padecer.
El batería memoriza la canción Whiplash. Esto es bastante más difícil de lo que parece porque este tipo de canciones suelen tocarse partitura ‘en mano’ por su complejidad y por tradición en las grandes jazz band.
Así suena ‘Whiplash’ con partitura en mano. Todo suena perfecto: al tempo, con la intensidad e intención adecuada en cada momento. Así suena otra canción de la película (Caravan) cuando no tienes la partitura porque tu mentor es el diablo.
‘WTF are you doing?’
Eso es lo que le dice el contrabajo cuando el protagonista no da una. No puede acertar porque no sabe cuáles son los cambios, cuándo suceden, qué intención tienen y qué debe hacer la batería. Ante este tipo de escenarios necesitas una guía, es decir, una partitura.
La antítesis de esta situación sería la jam session. Para mí, en una buena jam session los músicos apenas se conocen e improvisan una canción sobre una o diversas bases rítmicas en función de los comportamientos emergentes de los músicos y el público.
Improvisar no significa que hagan lo que les dé la gana. Improvisar es fluir con lo que sucede y ningún tuercebotas puede tocar en una jam de nivel. Implica un alto conocimiento del estilo musical, de tu instrumento y de un gran número de horas a la espalda tocando con otros.
¿Es mucho un 3,30%?
Siempre cuento la historia de un cliente que había creado un descuento únicamente para nuevos usuarios y detectó que el 3,30% de los que habían utilizado ese cupón eran clientes que ya habían comprado antes y que habían encontrado un bug.
Obviamente, esto es un problema. Estudiamos la situación hasta que le pregunté por los números absolutos. Me dijo: “Son 121 los clientes que compraron con este cupón y son 4 los recurrentes, ¿qué me recomiendas?”.
Se decidió que debíamos monitorizar estas métricas para vigilar que ese porcentaje no cruzara líneas rojas y, por supuesto, tomar medidas con estos usuarios en particular. También, se decidió que la inversión de recursos para corregir ese bug (por solo 4 usuarios un poco espabilados) no tenía mucho sentido.
Por lo tanto, ¿Es mucho un 3,30%? ¿Qué medidas debemos tomar ante un 3,30% en una situación así? La respuesta es obvia: Depende de qué música estemos tocando y en qué escenario estemos.
El estado de la TV en España
Esta gráfica muestra el promedio (en minutos) de consumo de TV entre 1997 y 2020. Como puedes ver cae en picado. ¿Qué opinas de la situación de la TV como medio de comunicación ahora mismo?
¿Qué es lo primero que te viene a la cabeza?
¿Y ahora?
Fíjate bien. Son los mismos datos. Solo cambia la visualización. La interpretación que hacemos de la información puede variar en función de cómo se presenta y, por desgracia, tomar decisiones muy diferentes ante una misma situación.
“How do I get to Carnegie Hall? Practice!”
Existen métricas. Existen KPIs. Pero no hay un % mágico al que debas agarrarte. No hay una nota, acorde o escala mejor que otra. Olvida el churn rate por debajo del 3% que dice ese gurú. Conoce las métricas del sector y lánzalas contra la dura pared del contexto.
Interpretar datos es interpretar contextos. Participar en una jam es interpretar una canción sin saber cómo va a acabar. Implica leer contexto y fluir. En la empresa, implica entender no solo el origen del dato, sino además su tratamiento, método de visualización, su representatividad y la realidad que sugiere.
Los datos dicen poco sin atribuirles un contexto. Las máximas de “un porcentaje de conversión recomendable” son para aquellos que tienen miedo a tomar decisiones. Aquellos que no quieren leer contextos porque implica tomar parte y, a veces, equivocarse.
Si quieres tocar en Carnegie Hall necesitas practicar. Si quieres interpretar datos y tomar decisiones debes practicar. Para practicar la interpretación de datos debes formarte en muchas áreas, pero una sin duda es la de la lectura de los contextos. Lo cual, se consigue practicando y acumulando experiencia.
Como en Whiplash
En la película no aparecen jam sessions en las que debes fluir con lo que surge. Aparecen partituras lineales (que no por ello menos complicadas) que requieren a instrumentistas que interpretan una canción de forma lineal.
La interpretación de datos no es como Whiplash. Es como una jam session. No esperes que una partitura te ayude a interpretar datos. La mejor interpretación fluye con el contexto y esta es ajena a partituras.
No hay partituras para una canción que se compone día a día.